El SEO eco-friendly o por qué el SEO ha de ser sostenible y responsable
La verdad no contada entre nuestro uso de Internet y su contribución al cambio climático
No se puede negar que Internet interpreta un papel
integral en nuestra vida cotidiana, confiamos en él para cada correo electrónico,
cada tweet y cada imagen que publicamos. Su rápido crecimiento se debe
principalmente a los muchos beneficios que aporta a nuestra vida; esto incluye
una mejor comunicación, mayor comodidad y una reducción en el desperdicio de
papel. Sin embargo, a diferencia de los bienes materialies, el subproducto del
uso de Internet no se puede ver y para muchos de nosotros es fácil adoptar la
mentalidad de “ojos que no ven, corazón que no siente“ y ser ajenos a su
impacto en nuestro medio ambiente.
A muchos de nosotros no se nos ocurre que el uso
irresponsable de Internet causa que los perjuicios superen a los beneficios.
Actualmente, Internet representa el 6-10% del consumo de energía mundial y
contribuye al 4% de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Y esta
cifra continuará aumentando en un 5-7% cada año si no comenzamos a tener en
cuenta las emisiones indirectamente causadas por el uso de Internet y
contribuimos aún más al calentamiento global.
Internet no es invisible
Internet necesita almacenar y transmitir datos para
que alguien los lea o vea en su dispositivo. Hemos acuñado términos como
"la nube" para crear la impresión de que nuestros datos se almacenan
en una formación inofensiva e ingrávida. Sin embargo, esto está lejos de la
verdad.
Pero el uso de Internet no solo
implica el uso de nuestros dispositivos y la energía necesaria para
alimentarlos, sino que este proceso requiere el almacenamiento y la transmisión
de datos hacia y desde los centros de datos.
Los centros de datos tienen muchos componentes
técnicos, como enrutadores, conmutadores, dispositivos de seguridad, sistemas
de almacenamiento, servidores y más. Estos no solo precisan mucha energía, acumulando altas cantidades de emisiones, sino
que también generan un exceso de calor que requiere sistemas de enfriamiento
adicionales.
Muchos de estos centros de datos y sus componentes
funcionan con energía no renovable. Esto significa que la electricidad se crea
al quemar combustibles fósiles, como el carbón, el gas natural y el petróleo.
La quema de combustibles fósiles emite una cantidad de dióxido de carbono y
otros gases de efecto invernadero, que causan el calentamiento global.
Cada minuto, los centros de datos reciben decenas de
millones de solicitudes sobre millones de criterios de búsqueda diferente, y tener
respuestas y presentar resultados de búsqueda en las pantallas de los
navegadores de los usuarios es algo que se basa en operaciones tremendamente
complejas, que utilizan grandes cantidades de información recopilada de todo el
mundo.
Pero esas operaciones, y muchas más, como presentar
una imagen cuando buscamos en Google Images, o mostrarnos los sitios web mejor
posicionados por una keyword determinada en la búsqueda por palabras, están
teniendo un gran impacto en el clima. La tecnología que utilizamos para
entender nuestro mundo podría al mismo tiempo cambiarlo de manera profunda.
En lo que respecta al daño ambiental, nuestras vidas
-cada vez más “online”- representan un coste masivo para el ecosistema del
planeta.
Si todo continúa en su curso actual, se espera que
Internet genere alrededor del 20 por ciento de las emisiones de carbono del
mundo para 2030, según The New Republic. Eso haría que su impacto ambiental
fuera peor que el de cualquier país de la Tierra, excepto EE. UU., China o
India.
En otras palabras, nuestro uso de Internet está
vinculado a un círculo vicioso de devastación ambiental, lo que deja cada vez
más claro que algo tiene que ceder.
De hecho, el uso de Internet de cada persona solo
emite una pequeña cantidad de carbono; pero, según la campaña #TheCoalTruth de
Viessmann, cada búsqueda en Internet emite aproximadamente 0.004 kg de CO2, lo
que no parece ser una gran cantidad. Sin embargo, con 150.000.000 búsquedas
realizadas en todo el mundo en 1 minuto, se emite la asombrosa cantidad de
60.000 kg de CO2.
Es como si estuviéramos quemando 232.258 kg de
carbón de una vez. ¡En 1 minuto!
¿De qué hablamos cuando hablamos de SEO responsable y sostenible?
El SEO eco-friendly.
Ya hemos visto los recursos que se consumen,
primero, al realizar cualquier búsqueda en Internet, y segundo, al conseguir en
nuestro dispositivo que el navegador nos presente los resultados de esa
búsqueda.
Muchas veces, en el SEO tradicional, las marcas
prefieren posicionarse por múltiples criterios de búsqueda para asegurarse la
aparición de su sitio web en gran cantidad de resultados, aunque estos
resultados no estén directamente relacionados con su nicho de negocio ni les
vayan a proporcionar tráfico de calidad -de usuarios realmente interesados en
sus productos o servicios- a su sitio web. Es lo que se llama “vanity results”
o “resultados de vanidad”.
Esto, además de contribuir a la emisión
irresponsable de cantidades importantes de CO2 en cada búsqueda y presentación
de resultados online, hace que la presencia tan diversificada de esas marcas en
Internet sea mucho menos efectiva -hablando de negocio “stricto sensu”- que si
su estrategia SEO estuviera dirigida a posicionarse únicamente por los
criterios de búsqueda que de verdad le interesan y le van a conseguir tráfico
de público verdaderamente interesado en sus productos o servicios.
Al final, el SEO responsable no solo trata de
reducir de forma tangible las emisiones de CO2, al reducir también la cantidad
de resultados de búsqueda innecesarios, sino que también consigue mejores
resultados para las marcas que lo adoptan, y el ROI crece de forma exponencial…
para la marca y para el planeta.
Los 7 puntos del SEO responsable, sostenible y
eco-friendly
1) Piensa en tus usuarios. El SEO no va sobre ti. Va
de cómo te buscan en Internet los que serán usuarios de tu producto o servicio.
2) Luego piensa en lo que tus usuarios quieren día a
día. ¿Cuáles son sus problemas? ¿Qué buscan online? ¿Qué te puede convertir en
referente para ellos?
3) El SEO no se trata de lo que quieres decir a la
gente en Internet. Se trata de pensar en la forma correcta de conectar con
ellos.
4) Pregúntate ¿qué podrían buscar si estuvieran
buscando exactamente lo que hago?
5) Genera un buen mapa de contenidos long-tail que
responda a cuestiones específicas
6) Facilita al usuario la conversión según su
intención
7) Recuerda, el SEO sostenible consiste en hacer que
tu sitio web sea la respuesta perfecta a una pregunta que alguien le hizo a
Google. Y un argumento de venta nunca es una respuesta perfecta. Si entregas el
contenido y la información que coincide con lo que realmente quieren, entonces
vendrán y convertirán.
En otras palabras, crea la respuesta idónea para la
pregunta que tus usuarios ideales le harán a Google cuando quieran a alguien
como tú. Eso es lo que Google quiere, y eso es lo que quieren los usuarios. Y
eso es SEO responsable, sostenible y eco-friendly, porque los usuarios
invertirán menos tiempo en encontrarte, se consumirán menos recursos y estarás
contribuyendo a la reducción de esa ingente cantidad de CO2 que pensabas que no
existía cuando empezaste a leer este artículo.
Si quieres saber más de SEO responsable y
sostenible, no dudes en contactar conmigo. Hablaremos y hallaremos la forma de
colaborar para que tu sitio web salga en buenas posiciones y para que la Tierra
nos lo agradezca.
Apéndice: Emisiones de CO2 desde Internet
Con 2.500 millones de personas conectadas a Internet
en todo el mundo, se estima que la energía y la huella de carbono de Internet
superan los viajes aéreos. Con toda la energía que necesita para el manejor de
datos, Internet es menos verde de lo que parece. Infografía: La huella de carbón de Internet. https://www.custommade.com/blog/carbon-footprint-of-internet/
¡Una forma de abordar internet muy interesante y que no había leído antes!
ResponderEliminarTe enviamos mañana un correo para tratar de algunos asuntos que nos pueden interesar. ¡Gracias!